En muchos países hay necesidades que requieren de vehículos especializados, desde BUSF trabajamos para resolver estas carencias aportando todo tipo de vehículos para la mejora de la prevención o las actuaciones directas a las que hay que hacer frente.
En muchos países de Iberoamérica, los cuerpos de bomberos y las instituciones de emergencia enfrentan grandes limitaciones debido a la falta de vehículos especializados. Por sus elevados costos resulta prácticamente imposible adquirir camiones cisterna, autoescalas, ambulancias, embarcaciones o vehículos de primera intervención, indispensables para sus labores. La ausencia de estos recursos compromete gravemente la capacidad de respuesta en emergencias.
Sin vehículos de extinción de incendios, controlar fuegos tanto en zonas urbanas como rurales es un desafío que pone en riesgo la seguridad de las comunidades. De manera similar, las autoescalas son imprescindibles en ciudades con edificios de gran altura, donde los incendios interiores representan una amenaza constante. En áreas costeras o fluviales la falta de embarcaciones de rescate limita las posibilidades de actuar con rapidez en casos de emergencias acuáticas. También es crítica la escasez de ambulancias, lo que reduce la capacidad para atender y trasladar a víctimas de manera ágil y segura a centros médicos. Estas carencias impactan directamente en la efectividad de las instituciones y en la seguridad de las comunidades a las que sirven.
Cuerpos de bomberos y otras instituciones de emergencia que reciben los vehículos y las formaciones asociadas.
Las comunidades locales, que se benefician de una atención más eficiente y de una reducción de los daños en situaciones de emergencia, como incendios, derrumbes, accidentes de tráfico y rescates en agua.